Un ciudadano de 52 años que vive en Aliağa, İzmir, se deprimió debido a dificultades económicas y se suicidó dejando una nota: "Todo sube de precio cada día. No pude encontrar trabajo. Tampoco pude vender la casa. Tuve que pegarme un tiro en la cabeza con una escopeta de corredera. Adiós..."
